«El uso de Redes Sociales Corporativas es ya una realidad»

Así lo afirmaba hace unos meses Óscar Mozo, responsable de la red social corporativa Yammer en la división de Office de Microsoft Ibérica. Y aportaba datos concretos: “Más de 200.000 empresas en todo el mundo utilizan Yammer, entre las que se incluye el 85% de las compañías del Fortune 500»

Tener una Red Social Corporativa o estar en proceso de implantarla es cada vez más habitual en grandes y medianas empresas.

redessocialescorporativas

Claramente se están cumpliendo las previsiones compartidas en los últimos años por Gartner, Forrester, McKinsey… y todo el mundo coincide en que una red social -privada e interna utilizada como canal de comunicación y colaboración entre los empleados de una organización-, mejora la productividad y puede incluso llegar a sustituir al correo electrónico.

Pero, de lo que nadie se ha atrevido a hablar durante este tiempo es de un tema clave: LA ADOPCIÓN.

Ahora empiezan a oírse las primeras alarmas. Gartner es contundente y predice que el 80% de las implementaciones de Redes Sociales Corporativas fallarán en las empresas.

¿Qué está pasando?

No hay debate ni dudas sobre las ventajas y beneficios de una red social corporativa: potencian el intercambio de conocimiento, la innovación, la resolución de problemas, el compromiso, la relación y trabajo entre equipos dispersos…

No hay debate ni dudas sobre las ventajas y beneficios de una red social corporativa: potencian el intercambio de conocimiento, la innovación, la resolución de problemas, el compromiso, la relación y trabajo entre equipos dispersos… Clic para tuitear

No es un freno tecnológico: el mercado ofrece un amplio abanico de plataformas software y nuevas soluciones SaaS (Software as a Service) y Cloud Computing.

Las empresas tecnológicas han hecho sus deberes y para la empresa todo son facilidades: no hay que desarrollar la plataforma, las actualizaciones son automáticas, bajo coste con modelos de pago por licencia, privacidad, acceso restringido y personalizado, acceso móvil desde cualquier dispositivo, confidencialidad y alta seguridad…

Sin embargo, las empresas no consiguen la participación de sus empleados.

Muchas organizaciones han caído en el error de pensar que implantar una red social corporativa, consiste en tener licencias de software, recibir unas sesiones formativas y de asesoramiento por parte del distribuidor o partner tecnológico, comunicarlo y ponerlo a disposición de los empleados, y ya está. Todo ello con el desolador resultado y la sorpresa de la poca o nula participación y uso por parte de los empleados.

En Incipy siempre hemos sido grandes defensores de las bondades de estas plataformas, pero también muy contundentes sobre la importancia de acompañar el proceso de adopción e impulsarlo con una metodología que asegure el éxito del proyecto.

Tener la suerte de acompañar proyectos de implantación en empresas como Gas Natural Fenosa, Grupo Ferrovial, La Caixa, Seat, Affinity Petcare, Inesdi (Digital Business School)…, nos ha reafirmado en nuestra convicción:

Una Red Social Corporativa es una palanca clave de adaptación y transformación digital porque fomenta la colaboración, el conocimiento compartido y la inteligencia colectiva, pero no funciona si no se acompaña el proceso de adopción.

A continuación, comparto los errores que a nuestro entender hacen que fracasen muchas iniciativas.

6 errores a evitar al implantar una Red Social Corporativa:

1. Pensar que es un reto tecnológico y no un reto de adopción.

La tecnología “importa”, es el “elemento facilitador” y el mercado ofrece excelentes soluciones. Es clave validar que la plataforma elegida se adapta a los objetivos y necesidades del proyecto, pero el verdadero reto es gestionar la adopción y el cambio interno hacia nuevas formas de trabajo y colaboración.

2. Lanzar el proyecto de forma masiva, sin estrategia y método.

Uno de los grandes errores es lanzar el proyecto de golpe a toda la organización. Es clave elegir grupos pilotos, representativos y estratégicos, definir una estrategia y metodología, que permita identificar frenos y oportunidades, así como, validar el plan para aplicar el know how aprendido e ir extendiendo paulatinamente la iniciativa a toda la organización.

3. No comunicar “para qué” y no acompañar el “cómo”.

Trabajar en red puede cambiar notablemente cómo las personas se relacionan, se comunican, participan… No va de cómo enseñar a hablar en la red, va de trasladar los proyectos de trabajo a una plataforma que potencia y agiliza el trabajo de los equipos. Acompañando el “cómo”, los empleados experimentan en propia piel las ventajas en su día a día, entienden el “para qué” y se convierten en los embajadores del proyecto y promotores de nuevos grupos de trabajo en la red.

4. Extender el proyecto de forma orgánica.

Las redes sociales corporativas, son plataformas tecnológicas muy intuitivas, fáciles de usar… y su parecido con un Facebook, LinkedIn o Twitter hacen que el freno de entrada para el nuevo usuario no exista. Esto lleva al error a muchas empresas que asumen que la adopción y el uso por parte de los empleados será natural. En consecuencia apuestan por una estrategia de implantación orgánica, en la que esperan que de forma libre se vayan creando grupos y se extienda la iniciativa. Los empleados entran rápido y abandonan rápido: no entienden para qué les puede ser útil. Resultado: infinidad de grupos creados orgánicamente, sin objetivos claros, que mueren por la falta de participación.

5. Creer que sólo por tener la plataforma, los empleados se volverán automáticamente colaborativos y participativos.

Precisamente son palancas espectacularmente potentes para impulsar la colaboración, para romper los silos en las grandes organizaciones, para acercar equipos, para que fluya la información…, pero la gran realidad es que las organizaciones no están acostumbradas de forma natural a compartir de forma transversal y abierta, y hay que gestionar el cambio.

6. La falta de visión, apoyo y participación de la Dirección.

No es posible conseguir la participación activa de los empleados en la red sin que los altos ejecutivos den ejemplo apoyando el proyecto y participando. No sólo es necesario comunicar y hacer partícipe a los usuarios de los objetivos de la iniciativa y de las ventajas reales que supondrá para ellos la nueva plataforma en su trabajo: para que la gente se sume, es clave que vean que los directivos también participan y creen en el proyecto.

 

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Mireia Ranera Author
Socia y Vicepresidenta de Íncipy, consultoría de transformación digital, y Directora de la división Digital HR Employee Digitalization, impulsando y acompañando la hoja de ruta digital desde el ámbito personas en grandes organizaciones. Socia fundadora y Consejera de Womenalia, 1ª red de networking mujeres profesionales, Inesdi, digital business school e Indigital Advantage, headhunting de perfiles digitales.
He desarrollado mi carrera profesional en ámbitos que me apasionan: Internet, Marketing, RR.HH y Formación.
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2 comentarios en “Red Social Corporativa: 6 errores a evitar

  1. Son los mismos errores que surgían ( y surgen) día si y día también con las intranet. No se aprende de las experiencias. Las organizaciones piensan en estas herramientas como la solución a todos los males cuando muchos de estos males tienen sus raíces en la cultura empresarial y/o en la falta de procedimientos. Fui testigo del fracaso del lanzamiento de tres diferentes plataformas de intranet corporativa en una misma empresa y no querían entender que el problema no estaba en la plataforma si no en una falta de cultura y de procedimientos. Y seguían lanzando plataformas que seguían fracasando y así hasta el infinito …

  2. ducar a los individuos es sólo una parte de la ecuación

    Todo esto tiene sentido si tú también piensas que compartir ideas y colaborar es bueno para el desarrollo de las empresas. Si no así, ni esta ni ninguna otra herramienta de estas características tendrá futuro en tu empresa.
    Al final, la cultura de la empresa es lo primero

    Una empresa no puede desarrollar unos valores, una actitud o un caracter propio sin la implicación de los empleados. De la misma forma, los empleados no podrán aportar su granito de arena si la cultura corporativa no ofrece espacios para ello.

    Resulta que la actitud (de la dirección y de los empleados) es infinitamente más importante que la herramienta informática que decidáis utilizar. Llámase Intranet o Red Social Corporativa!

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