En este artículo voy a tratar de ser muy práctica y quizás diga cosas políticamente incorrectas pero mi ánimo es pasar de la teoría a la práctica, de las musas al teatro y explicar mi punto de vista sobre cómo llegar lejos en tu carrera profesional si eres mujer.
Este artículo de fastcompany me ha inspirado.
Ahora hay muchas empresas y organizaciones que están involucrándose en programas para impulsar a las mujeres profesionales en sus carreras.
De hecho, está "de moda" el lanzamiento, desde algunas instituciones, de programas de mentores para promocionar mujeres a puestos directivos.
¡Cuidado! Ser mentor es algo muy generoso. Que una persona con experiencia dedique su tiempo a asesorar y aconsejar a una joven profesional con ambiciones, es muy de agradecer pero a veces es algo que se queda en un “beau geste”, un bello gesto...
Claro que siempre es beneficioso que haya alguien con quien poder hablar con sinceridad, discutir planteamientos, estrategias, etc... Esa persona puede ser un compañero de trabajo, un aliado profesional, o incluso un amigo. Sólo hay que estar dispuesto a escuchar activamente para recibir la visión y la experiencia de esa persona que nos va a dedicar su tiempo y su cercanía.
Todo eso está bien, pero es claramente insuficiente. Más que mentores, necesitamos ¡inversores! Y me explico.
Lo que realmente necesitamos las mujeres para avanzar en nuestra vida profesional es tener personas con poder y capital que nos den una oportunidad real, es decir, alguien con poder que apueste realmente por nosotras.
Lo que realmente necesitamos las mujeres para avanzar en nuestra vida profesional es tener personas con poder y capital que nos den una oportunidad real, es decir, alguien con poder que apueste realmente por nosotras. Clic para tuitear
El poder, social y profesional es algo de lo que los mentores, habitualmente, carecen. En otras palabras: necesitamos oportunidades consistentes, no sólo consejos.
A diferencia de un mentor, un "inversor" o un "esponsor", es esa persona que puede, no solo aconsejarte en tu carrera, sino que es capaz de ayudar activamente en ella. Esas personas son las que tienen el poder en una organización y pueden utilizar su capital social, su influencia en una compañía y su credibilidad para apostar por ti. Es alguien que tiene la capacidad, la relevancia, la posición profesional y empresarial que puede servir para promovernos en nuestra carrera.¡No estoy hablando de “enchufes”! No confundamos. Hablo de reconocimiento a los valores que somos capaces de aportar a una compañía siendo mujeres.
Si queremos realmente impulsar que la mujer llegue allí donde quiere lo que hay que hacer de verdad es ¡Invertir en ella con confianza y seguridad!
Y hay varias maneras de hacerlo:
- Si eres CEO de una empresa, demostrándole que de verdad confías en ella, eligiéndola para un puesto de gran responsabilidad.
- Si eres inversor, o trabajas en capital riesgo o en financiación de proyectos…invierte en su empresa, cuando se trata de una mujer empresaria y tiene necesidad de financiación. Solo un 5% de todo el capital riesgo se invierte en proyectos desarrollados por mujeres y en cambio tienen un índice de éxito mayor que otros proyectos desarrollados por hombres. Invierte en buenos proyectos impulsados por mujeres.
- Si eres Presidente de una empresa, incorpora algunas mujeres válidas en tu Consejo de Administración. Está demostrado que los Consejos de Administración en los que participan mujeres con talento consiguen mejorar los resultados de una empresa en un 20%.
Todas las amigas que tengo que han llegado lejos en su vida profesional, tanto como directivas como empresarias, ha sido, no por tener mentores sino porque alguien invirtió en ellas, es decir, les dio SU oportunidad.
Mi querida amiga Joana Sánchez, hoy empresaria y presidenta de Incipy.com e Inesdi.com, siempre agradecerá a José Manuel Lara y a José Creuheras (Planeta), que le diesen la posibilidad de aprender a su lado, que creyeran en ella y que le nombrasen Consejera Delegada de una gran división de su grupo de empresas de Planeta.
A mí también me ha sucedido lo mismo. Si he podido llegar hasta aquí ha sido porque ha habido hombres que, en un momento de mi vida, invirtieron en mi y en mis proyectos y me dieron oportunidades reales, no únicamente buenos consejos.
Llevaba tan solo un año trabajando y Luís Llairo y Miguel Angel Reiris, directivos de la Asociación española de Venta a Distancia, me dieron la primera oportunidad de mi vida: buscaban un nuevo gerente para la Asociación. Yo, con mis 25 años, no tenía casi experiencia, pero después de varias entrevistas, confiaron en mí cuando podrían haberle dado el puesto a alguien con mucho más recorrido profesional que yo. Pero me eligieron y aproveché esa oportunidad.
Cuando monté secretariaplus.com, nunca hubiésemos llegado a nada con ese proyecto si no es porque el entonces Presidente de Tecnocom, Luis Solera, confió en nosotros e invirtió en nuestra empresa casi 4 millones de € como capital riesgo.
Y tampoco hubiera llegado a ser Presidenta de Adigital sin el inestimable empuje de Juanjo Azcárate y de Ricardo Goizueta.
A otra escala, mujeres realmente importantes profesionalmente como Sheryl Sandberg, directora, entonces, de operaciones de Facebook ¿hubiera llegado a la cima sin la ayuda de Larry Summers, que se la llevó con él de Harvard para convertirla en su asistente en el Banco Mundial y más tarde nombrarla jefe de su gabinete en el Tesoro de Estados Unidos? ¿O sin el apoyo de Eric Schmidt, quien la reclutó más tarde y le dio tareas críticas que construir su marca personal en Google?
Otro ejemplo: Loretta Lynch. Ella era una buenísima abogada que se convirtió en la primera mujer afroamericana Fiscal Geneneral de los Estados Unidos. ¿Habría llegado hasta allí sin el respaldo activo y el apoyo del presidente Obama?
Y nosotras...¿cómo podemos encontrar a ese inversor o "sponsor" que apueste por nosotras?
- Comprométete y cultiva el networking: no puedes ganar si no apuestas. Además de tener fuerte capacidad de trabajo, tienes que hacerte una persona reconocida y respetada en tu organización. En la medida que puedas, fomenta estratégicamente el networking dentro de tu empresa. Únete a comités o participa en actividades sociales de tu compañía que permitan que te conozcan bien las personas que podrían ayudarte en el futuro.
- Diversifica: no pongas todos los huevos en una misma cesta. Debes tener contacto con múltiples y diversos posibles inversores o sponsors para tu carrera profesional o tus proyectos. Tienes que lograr tu reconocimiento demostrando el empuje y la fuerza que somos capaces de desarrollar, incluso conciliando nuestra vida profesional y familiar, es muy importante.
- Hazte oir: si te mantienes callada, nunca llegarás. Cuando has trabajado duro y tus valores son reconocidos por todos es importante que reclames lo que crees que te mereces: tanto aumentos de sueldo, como promociones o acceso a puestos de responsabilidad.
Las mujeres tenemos tendencia a pensar que si hacemos un gran trabajo, seguro que se fijarán en nosotras y nos promoverán o nos subirán el sueldo, etc... Pues no.
Las cosas no son así ¡Hay que luchar por ello y reclamarlo!
Cuando Madeleine Albright era embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, y desde la Casa Blanca le preguntaron sobre su trabajo, ella contestó: " Me encantaría continuar sirviendo en la ONU, pero también estaría interesada en convertirme en la 1ª mujer Secretario de Estado." Si ella no lo hubiese planteado probablemente el Presidente Clinton no la hubiera nombrado Secretaria de Estado.
Ánimo a todas las mujeres que tienen ambición de subir profesionalmente a luchar por ello ¡Además nos puede ayudar en esa carrera mucho el networking de Womenalia.com!
¡Nos tenemos que convencer a nosotras mismas de que somos capaces de llegar a donde queramos llegar! Pero hay que luchar por ello sin tregua.
1 comentario en “¿Qué necesita una mujer para llegar muy arriba en su vida profesional?”
Excelente publicación, Elena, ya que nos demuestra la auténtica Realidad implacable “¡Hay que luchar por ello y reclamarlo!” como muy bien dices. Esto muchas de nosotras no lo tenemos en cuenta, y por ello no llegamos nunca a la meta y perdemos oportunidades. Creo que es algo que nosotras no hemos aún cultivado suficientemente, porque no ha sido nuestra prioridad.
Por esto creo que, por una parte, el ejemplo de cómo lo han hecho otras es imprescindible para que aprendamos la lección. Y por otro lado, confiar que habrán más hombres (ya que son mayoría en los altos cargos) que otorguen la confianza y el apoyo a estas mujeres emprendedoras.
Gracias Elena por esclarecer y develar los conceptos y creencias antiguos, que aún la mujer debe comprender, superar y asimilar para ponerse al día y luchar por lo que quiere.
Un abrazo
Jocelyne