La vida de los emprendedores es dura. Trabajamos super duro, cobramos menos que la media del mercado, pero somos felices trabajando en nuestras ideas y proyectos luchando por mejorar el mundo.
Cuando buscamos un crecimiento rápido porque tenemos un negocio escalable e invertible, tratamos de encontrar un inversor para poder crecer. A veces tenemos suerte y el inversor se convierte en un socio que ayuda y acompaña.
Pero a veces, te puedes encontrar, como nos ha ocurrido a nosotros, con un posible inversor (una gran minoría…) con el que tienes una muy mala experiencia. En general, no publicamos las cosas negativas y procuramos centrarnos en lo positivo, pero yo os quiero contar una mala experiencia vivida en primera persona para que evitéis que os pueda ocurrir a vosotros y vosotras algo semejante. Y lo que voy a contar puedo hacerlo porque los datos que facilito sobre la compañía y su administrador figuran como datos mercantiles públicos de libre acceso.
Todo empezó en junio de 2021 que comenzamos a buscar una ronda de capital para la internacionalización de BabyFriendlyCompanies.com y bebedeparis.com.
Un amigo común, nos presentó a la empresa “Cayón 1989 SL” representada por su administrador único, Fidel López Cuesta. En el registro mercantil y en datos accesibles al público figura así.
Vino a conocernos a nuestra sede central de las Rozas y conoció a nuestro equipo directivo. Tuvimos una reunión de unas dos horas y le gustó mucho el proyecto y su proyección internacional.
Le envíamos el BP, nos pidió unas correcciones para que fuera más moderado el crecimiento previsto y llegamos a un acuerdo tras algunas reuniones por vídeo call. También le enviamos toda la información relevante de nuestra empresa, a modo de Due Diligence informativa y finalmente nos confirmó que él quería invertir por la totalidad de la Ronda lo que suponía una cifra considerablemente superior al millón de euros.
El 3 de septiembre de 2021, nos envió la oferta vinculante para entrar en el capital de Baby Friendly Companies SL por la que adquiría un considerable porcentaje de participación en la sociedad y un puesto en el Consejo de administración. Después mantuvimos una reunión presencial en la que comentar los pormenores prácticos de la operación y lo llevamos a Junta general de accionistas el 28 de septiembre, donde se aprobó por unanimidad.
El 6 de octubre de 2021 fuimos al notario a firmar con él la ampliación de capital con la condición suspensiva de que llegasen los fondos que venían del exterior y que, por eso, “tardaban más”...
Hasta aquí, todo normal...
Primer consejo: hasta que el dinero no esté en la cuenta de la compañía, no hay ampliación de capital.
Estábamos muy contentos con la operación porque nos iba a permitir desarrollar Baby Friendly Companies y BebedeParis en Francia, Italia, Reino Unido y Alemania.
El inversor nos aseguró en varios whatsaps, por escrito y también por mensajes de voz, que los fondos tardarían unos pocos días en llegar. Y así fueron pasando los días. Nosotros nos lo creímos y empezamos a contratar equipo para poder cumplir el BP 2022 prometido a nuestros accionistas y consensuado con el posible inversor.
¡Y los fondos no llegaban!
Además fabricamos muchos de nuestros productos fuera de España con nuestra marca "BebeDeParis" y negociamos con los proveedores hacer pedidos mayores para todo un año.
Así lo hicimos ya que nos aseguró que los fondos llegarían antes del 31 de diciembre.
Y no llegaban los fondos... En febrero de 2022, tuvimos que despedir a todo el equipo que habíamos contratado extra para cumplir el BP. El inversor participó online en un Consejo de administración asegurándonos que los fondos llegarían en marzo.
Segundo consejo: no te gastes un euro extra sin tener el dinero en la cuenta.
Y pasó marzo, abril, mayo, junio, julio…con cientos de whatsapps durante todos esos meses asegurándonos que hacía la transferencia, desde este banco, desde este otro, etc...
Nosotros nos aferrábamos a creerle porque: ¿para qué nos va a mentir? ¿qué gana con ello?.
Hablábamos cada semana... ¡y nos lo aseguraba!
Y llegaban los barcos con toda la mercancía fabricada para un año entero, y no teníamos dinero para pagarla. Él era muy consciente del perjuicio que nos estaba causando. Finalmente, entre varios accionistas, prestamos el dinero necesario para pagar las mercancías ¡Pero el perjuicio fue muy grande! Podríamos haber hecho los pedidos por trimestres y así pagarlos con más comodidad, evitando el endeudamiento y los problemas de tesorería a la empresa.
A finales de julio 2022, tuvimos la junta anual de accionistas y nos aseguró que podíamos asegurar a todos los socios que el dinero llegaría antes de agosto.
Y por supuesto tampoco llegó...
Por lo que habiéndoselo dicho a los socios, os podéis imaginar el perjuicio interno y externo para la compañía...
Y así seguimos septiembre, octubre, noviembre y diciembre donde en numerosos whatsapps y mensajes de voz nos aseguraba que el dinero llegaba ya.
Al final, le convocamos a un consejo el 22 de diciembre para que diera la cara y hablara claramente al Consejo. Nos confirmó su presencia online varias veces a las 17h.
Y a las 17h, envía un whatsapp diciendo que no tiene batería…
Cuando yo le recrimino que me había confirmado su presencia y que el consejo estaba esperando que diese la cara, hizo algo que me dejó absolutamente sorprendida: en lugar de disculparse, se dedicó a bloquearme en twitter, linkedin, whatsapp, etc... como si no quisiera saber nada de mí ni justificarse.
Por supuesto, decidió el Consejo poner ya el tema en manos de un abogado. Cuando este contactó con él, le informó de que ya no tenía interés en invertir en nuestra empresa. No tuvo la valentía ni siquiera de decírmelo a mí directamente que era con quien mantuvo todas las conversaciones desde el principio.
Hemos puesto en marcha una procedimiento legal por incumplimiento del contrato y por daños y perjuicios y os contaré cómo acaba el tema. Me he enterado por otros lados que no es la primera vez que esa persona ha hecho esto...
Por cierto, a través de nuestro abogado, admitió un acuerdo por escrito con él por el cual se comprometía a abonar un importe superior al 15% del compromiso de inversión firmado notarialmente, por daños y perjuicios y que pagaría en en marzo 2023. ¿Creéis que hemos recibido el pago? Pues "rien de rien"...
Tercer consejo: pide siempre referencias sobre el posible inversor que vayas a meter en tu empresa.
Y me sigo preguntando: ¿para qué lo hizo? ¿qué ganó con ello? ¿por qué causar daños y perjuicios a una empresa si no quieres invertir?
Conclusión: en la vida te encuentras gente así y no puedes entenderles porque no te cabe en la cabeza que haya personas que se comporta así, por eso:¡ten mucho cuidado con quién tratas!.
Pide referencias y no te confíes hasta que el dinero esté en el banco.